Anestesiología y control avanzado del dolor
En la actualidad, la correcta monitorización anestésica y el metódico y escrupuloso control del dolor son mandatorios en la práctica clínica veterinaria.
Las diferentes técnicas empleadas permiten reducir el dolor, el estrés y el temor previo a la cirugía; maximizan la seguridad anestésica al disminuir el dolor; reducen la administración de anestésicos generales, y por último, ofrecen recuperaciones más rápidas y de mejor calidad, lo que se ve reflejado en el regreso rápido de la función termorreguladora, una ingesta de alimentos más ágil, la aceleración en el tiempo de curación y cicatrización de las heridas, y en la minimización del uso del collar isabelino a lo estrictamente necesario, algo que agradecen enormemente nuestros pacientes.
De aquí que, usemos diferentes técnicas anestésicas adaptadas para cada paciente y no nos guiemos por protocolos anestésicos; pues cada organismo en función de su estado general, edad y procedimiento, tiene unas demandas diferentes en términos de anestesia y analgesia.
Ejemplos de las técnicas que empleamos en la Clínica Veterinaria Estepona incluyen:
• Neuroleptoanalgesia: permite realizar procedimientos diagnósticos o quirúrgicos con nivel de dolor suave a moderado, sin usar anestésicos generales y permitiendo recuperaciones rápidas.
• Anestesia Total Intravenosa (TIVA): permite que el efecto deseado (relajación muscular, hipnosis, analgesia o anestesia) sea controlada en el acto, ya que el resultado de la administración de los fármacos directamente en el torrente sanguíneo es inmediato.
• Anestesia General Inhalada: ayuda al mantenimiento de la anestesia durante cualquier periodo de tiempo, a través de gases inhalados, brindando recuperaciones rápidas.
• Anestesia Local y Locorregional: brinda una excelente calidad de anestesia en una zona del cuerpo determinada, disminuyendo las necesidades de sedantes o anestésicos generales. Dentro de las más conocidas se encuentra la anestesia epidural.
• Anestesia Multimodal: resulta de la combinación de las técnicas anteriormente descritas, maximizando los efectos analgésicos y la seguridad del procedimiento.
Todo lo anterior se realiza tras una correcta y minuciosa valoración prequirúrgica del paciente, un adecuado examen físico y la revisión de su historia clínica, sumado a las pruebas paraclínicas necesarias para establecer el plan de anestesia y analgesia adecuado para cada animal.